Comenzamos la cuarta semana de este Tiempo de Pascua. Nos gusta ver a Jesús, que en la realidad cotidiana se va apareciendo a sus discípulos; y hoy ocurre lo mismo. Un Dios que cerca nuestro está, y en su casa que es la Iglesia, nos espera para “apacentar nuestros corazones”.
Es cierto que en el trabajo de cada día, hecho con cariño, también podemos responder al amor de Dios. Nos lo muestra uno de los santos que ésta semana celebramos: San Isidro Labrador. Estamos en el IV Centenario de la Canonización de San Isidro, junto a otros Santos Españoles. Es motivo de alegría, tener un referente tan humilde y a la vez tan espiritual. Un matrimonio, que sabe unir la vocación a la santidad con el trabajo, ofrecido y bendecido por Dios. A modo de noticia, por primera vez desde 1985 se expone el sagrado cuerpo incorrupto del santo patrón en la Capilla de la Inmaculada Concepción (Real Colegiata de San Isidro. Madrid. Del 21 al 27 de mayo).
Otra de las fiestas destacadas es el 13 de Mayo, la memoria de la Virgen de Fátima. Unidos a la invitación, que en los Santos Jacinto y Francisca, junto a la vidente Lucia, dejó la Virgen: “ Orad mucho y haced sacrificios por los pecadores. No os canséis de rezar el Santo Rosario” Queremos pedir la transformación de nuestras vidas por intercesión de María.
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