La base de nuestra Iglesia, es que somos COMUNIDAD, es decir, miembros todos de la misma familia. La Jornada de este Domingo, Día de la Iglesia Diocesana nos lo recuerda: Gracias por tanto. La gratitud, a cada miembro, que de diversas formas se im-plica en la realización de la Iglesia, como realidad plural pero siempre en unidad.
Desde la Diócesis, nuestro obispo Don Santos nos recuerda la importancia de todas las personas, que en su área particular parroquial “hacen posible que muchos encuentren la ayuda que necesitan en cada momento”.
Nuestra Comunidad Parroquial agradece el trabajo de los agentes de catequesis de comunión, confirma-ción y de adultos o de las áreas intermedias; sin ellos no existiría la formación, e invierten mucho tiempo en prepa-rarse de manera generosa. En las tareas de la economía, del archivo histórico y de la limpieza parroquial, tene-mos a unos laicos implicados de manera asidua, que sin ellos quizá tendríamos que contratar unas empresas exter-nas, siendo labores que no se realizarían igual. El cuidado de la Liturgia por medio de los ministros y colabora-dores (lectores, cantores, flores, manteles….), que hace de cada celebración un encuentro festivo y personal con Dios. La caridad y voluntariado es destacable.
Todos somos comunidad viva, y no se puede vivir al margen, siempre en la gratitud y la entrega. Todos tenemos sitio. Ofrece tus dones a tu parroquia.