PROYECTO CUARESMA 2022.
Proyecto:” Hogares campesinos” Potosí –BOLIVIA
UBICACIÓN EXACTA: El proyecto se ubica: en el Norte del Departamento de Potosí.
¿A QUIENES AYDUAMOS? Desde hace más de 40 años, los PP. Claretianos asumieron el compromi-so de atender la educación de amplios sectores de esta zona, una de las más postergadas de Bolivia.
OBJETIVO DEL PROYECTO: Dotar de recursos y equipamiento informático básico, a los 320 niños y niñas acogidos en los internados que atienden los Claretianos. Apoyando y posibilitando la educación y formación de los adolescentes, de las comunidades del norte de Potosí, para mejorar notablemente su futuro, abriéndoles a la información y al mundo laboral, en una zona tan desfavorecida. No tienen fácil acceso a la información, (muy costosa económicamente para ellos.)
Los P.P. Miguel Burgos Cámara, nacido en Alesanco y Ray Ocola Espinosa, Misioneros Claretianos, por medio de la Delegación de Misiones de La Rioja (España). SOLICITAN: a la Campaña solidaria: “Cuaresma 2022” en Alfaro (La Rioja) una ayuda, de 10.000,00 €. Aproximadamente. Seguro que hallare-mos eco, en la gran generosidad de nuestro pueblo, que durante 33 años, ya, han ido demostrando.
GRACIAS Y A PONER FUERZA EN EL PROYECTO CUARESMAL 2022.
842Al comienzo de la Cuaresma podemos tener la tentación de preguntarnos: ¿Qué me puede aportar otra Cuaresma más? Es verdad quizás tengamos la impresión de que a pesar de habernos tomado en serio este tiempo litúrgico, con frecuencia seguimos en el mismo punto.
Sin embargo, la Iglesia nos vuelve a lanzar su in-vitación cada año, como el entrenador que invita a sus atletas al entrenamiento. El atleta serio sabe que debe esforzarse mu-cho en el ejercicio, sabe que su rendimiento no va a cambiar de la no-che a la mañana. Para nosotros, cristianos, el objetivo de nuestro entre-namiento cuaresmal es llegar a ser mejores discípulos, acercarnos más al Señor, fortalecer nuestra amistad con él, vivir más intensamente nuestra condición de hijos de Dios. Y los grandes ejercicios recomen-dados para nuestro entrenamiento son la limosna o la caridad, la ora-ción y el ayuno.
Durante este tiempo corramos el riesgo de que el Señor haga de nosotros mejores discípulos, mejores hijos de Dios.
Para no desviarnos de la ruta cuaresmal, tomemos como punto de partida las Palabras con las que Jesús venció al tentador en el de-sierto: Acojámonos a la Palabra de Dios, que no solo es el alimento de nuestro espíritu, sino también una espada y nuestro escudo; prefiramos a Dios antes que a los ídolos que nos esclavizan.