La vivencia, no teórica, de la Resurrección de Jesús, nos mueve a ser alegres en plenitud.861
¿Qué vivirían los primeros cristianos, para entusiasmar a los paganos? ¿Cómo sería su relación para no causar escandalo, sino por el contrario, admiración?. Es la radicalidad del encuentro personal con Jesús.
Celebramos esta semana, el viernes, la festividad de Santa María Magdalena. Una mujer, que deja su vida de pecado para vivir desde el Reino de Dios. Abandona las prácticas mundanas, para vivir un amor real proveniente de Dios. De los actos del pecado, pasa a la penitencia. En la Secuencia de la semana primera de Pascua, expresamos “el encuentro de Santa María Magdalena con el resucitado”: «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
¿Te has preguntado cual ha sido tu encuentro más fuerte con el Señor? Reconocerlo, es valorar que Dios no es un ser meramente celeste y alejado, sino que desde allí, interviene en nuestra historia personal.