Celebramos el 1 de Octubre, la Festividad de Santa Teresita del Niño Jesús, Patrona de las Misiones, sin salir de su convento Carmelita.
Ella sentía el deseo de “cuidar” y “ser” misionera, recibiendo el regalo de ser una intercesora grande de los misioneros, ofreciendo sus sufrimientos y la vida, dentro del Carmelo de Lisieux.
“¡Oh qué suerte para mí! Fui contada entre los granos de maduro y puro trigo destinados a perder por Jesús su ser y vida.”. Nos expone ésta gran Santa, que en la vocación que Dios nos da, debemos ofrecer-nos por toda la humanidad, sabiendo que «Mi alegría es cumplir siempre la santa voluntad de mi Jesús, mi único y solo amor. Así, vivo sin miedo, amo el día y la noche por igual.», como nos dice la Santa. Vivamos del agradecimiento a Dios, pidiendo a Santa Teresita por los misioneros Alfare-ños y por la misión concreta que tenemos en nuestras manos.
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