¡Viva Jesús Sacramentado! Nuestro Dios que se queda con nosotros en el pan Eucarístico, es el centro del dinamismo eclesial.
La Solemnidad del Corpus Chiristi nos adentra en la profundidad del Misterio del Amor de Dios por nosotros, y de modo análogo el amor que nosotros le tenemos. ¿Cómo nos preparamos para recibir la eucaristía? ¿Ayudamos a los demás a preparase y valorar el Cuerpo de Jesús?
El Beato Carlo Acutis decía “Cuanto más recibamos la Eucaristía, mas similares nos volveremos a Jesús y pregustaremos el Paraíso ya en esta Tierra”. Un joven que murió con 15 años, y tenía clarísimo el centro y culmen de la vida cristiana, en la Sagrada Comunión. Nos hemos acostumbrado a “despreciar” el tiempo de preparación a la Misa e incluso nos sentimos “ libres” de recibirlo de cualquier forma. ¡Si realmente supiéramos que Jesús está allí!
Vive con entusiasmo el tener a Jesús vivo en la Eucaristía, adóralo, dale gracias por cuantos beneficios recibes de Él. Saca tiempos de oración delante del Santísimo, e incorpórate a la Misa diaria y en la Adoración Eucarística, al modo de tantos Santos. Solo en Él esta nuestro manjar celestial.
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