Es importante valorar, los inicios de las cosas, en donde se fundamentan los criterios de actuación, y en el ámbito de la Fe, los criterios de Revelación.
Esta semana tenemos figuras muy importantes. San Lucas evangelista, es por antonomasia el redactor mas humano y erudito de todos, llamándole “el pintor de la Virgen”. Se cree por muchos que Lucas fue un médico que nació en la ciudad de Antioquía, que pertenece actualmente a Turquía. Todo ello nos lleva a dar gracias por la misión que desempeño en redactar su Evangelio, como don del mismo Dios.
Otro de los personajes, muy unido al anterior, es San Ignacio de Antioquia, que vivió en el primer siglo en torno al año 68-100 d.C. Fue uno de los padres de la Iglesia y, más concretamente, uno de los padres apostólicos por su cercanía cronológica con el tiempo de los apóstoles. Fue el primero en aplicar el adjetivo «católica» a la Iglesia. Nos ayudan sus escritos a conocer la forma de vivir de las primeras comunidades Cristianas.
Vivir siempre en comunión con la Tradición Apostólica, es ser veraces a lo que el mismo Jesús nos dijo: “Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. (Jn 15.8). San Juan Pablo II, a quien celebraremos esta semana decía: “La Iglesia indica por mandato del Redentor el camino para el bien espiritual y humano.”
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