Ultimo Domingo de Adviento, en el que se apresura el Nacimiento del Salvador; Dios quiere nacer, y se antici-pa a casi un único día para vivir ésta semana de Adviento.
María y José están buscando posada, y no son admitidos en ninguna, todas las respuestas tienen justificación: “No hay sitio”, “Han venido familiares y esta-mos llenos”… Finalmente el resultado es que la Sagrada Familia se encuentra en la calle. Y es en una cueva de animales, donde finalmente tendrán que montar “su paritorio”, con un buey y una mula como calefacción, un abrevadero como cuna y el amor de ésta pareja, que espe-ra el nacimiento del Salvador.
Tu y yo estamos invitados a ultimar la prepara-ción de “nuestra casa interior”, para que el Niño Dios no se quedé en la puerta sin sitio donde nacer. En ti está la opción de que la Navidad sea una realidad en tu vida: José y María siguen reclamando lugar para Jesús en nues-tros corazones.