Hoy Domingo, celebramos a una gran figura en la literatura y santidad Española: Santa Teresa de Jesús o de Avila. Una mujer apasionada de Cristo, que en una sociedad de desigualdades sociales, refor-ma la vida carmelitana, siendo junto a su confesor Juan de la Cruz, los grande impul-sores de la Orden descalza de Carmelitas.
Teresa nació en una familia acomodada en Avila. Mucho se ha escrito sobre los orígenes conversos (judíos convertidos al Cristianismo) de este linaje y, posi-blemente, sean ciertos. Ello le supuso algunos problemas a Teresa dentro de la persecución hacia aquellos que no eran cristianos viejos. Su infancia en la ciudad marca los dos caminos que seguirá su vida: por una parte, parece que el ánimo religioso surgió a temprana edad en ella, y por otra, al gusto por la literatura, como lectora infatiga-ble de los libros de caballería que caían en sus manos y como escritora más tarde. Profesa en el Convento de La Encarnación en 1534. Recaba fondos y en 1562 funda el Convento de San José (hoy en día continúa con su misma misión) aunque en 1567 no es reconocido como tal ya que hubo mucha oposición a sus reformadoras doctrinas.
El resto de su vida hasta su muerte en Alba de Tormes es un elenco de viajes con el fin de realizar fundaciones monacales que suelen finalizar en su querida Ávila. Y es allí donde escribe algunas de sus obras mas significativas.