Hoy el Evangelio nos muestra la divinidad de Jesús, desde donde encon-tramos nuestra propia vida “transfigurada en Él”
“Para profundizar en nuestro conocimiento del Maestro, para comprender y acoger plenamente su misterio de salvación divi-na, realizada en el don total de sí por amor, debemos de-jarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, dis-tanciándonos de mediocridades y vanidades.” (Mensaje del Papa para ésta Cuaresma)
Solo desde la subida al Monte tabor, desde nuestra realidad de salir de las comodidades cotidianas, podemos entender la reali-dad de éste periodo de Conversión. ¡Cuántos podemos pasar indiferentes ante éste Tiempo Litúrgico en que Dios nos llama a la felicidad que su-pone seguirle!.
Pedro, Santiago y Juan nos enseñan, que si confiamos en Dios y nos esforza-mos, aún no entendiendo del todo las cosas, en permanecer junto a Él, tendre-mos el don de gustar “Lo bien que se está” en la presencia de Dios.