Vamos avanzando en éste tiempo de Adviento. La semana nos presenta la figura de un Santo que, desde su misión de servidor como Obispo de Mira (Turquía), supo acer-car la alegría de Dios a los niños, doncellas y familias. San Nicolás de Barí, de donde ha derivado la imagen de Papa Noël, es ejemplo de caridad sincera, del servicio que cada cris-tiano puede hacer, de forma novedosa, pero siempre desde el sentido del misterio de la Encarnación.
La más grande de las figuras, que contemplamos en Adviento, es la Virgen María, en el misterio de su Con-cepción Inmaculada, como anticipo necesario para su Maternidad. La vocación de María, pre-parada desde el momento de su concep-ción, nos muestra que sólo en generosidad, podemos vivir la alegría que Dios nos tiene prometida. La joven María, es madre y maestra de la respuesta plena a Dios, dada con libertad total y llena de confianza.
Le pedimos abundancia de vocaciones con plenitud de entrega en el seguimiento a Cristo en todos los caminos de la vida.
Saludamos a María, en España de for-ma significativa, sabiéndonos discípulos de Dios como ella: ¡Ave María Purísima! Sin Pecado Concebida.