Comenzamos ésta semana, denominada comúnmente “Semana de Pasión”, en la que a modo de “sprint deportivo” vamos duplicando nuestros esfuerzos de preparar la Pascua de Resurrección.
Podemos ya oír resonar los tambores y ensayos de la Semana Santa, en las distintas Exaltaciones y actos cofrades, que ya nos van acercando a los días de la gran entrega de Jesús por nosotros.
Considero que podemos aprovechar estos días para ver si nuestros corazones van al ritmo de Cristo; si sentimos del mismo modo que Jesús, el cual nos va a dejar una gran encomienda: amaros sin limites en mi mismo amor.
Cuidemos nuestra cercanía también a la Madre Santísima, que nos enseña que el dolor, por muy fuerte que sea, debe descansar en el silencio de la oración.
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