Entramos en una semana, previa a la propia Semana Santa, denominada la semana de Pasión,
Son unos días para cuidar nuestro interior, revisar los propósitos cuaresma-les, y tal vez “dar una vuelta de rosca” a lo que aún vemos un poco flojo. No es fácil ascender la montaña Cuaresmal, pero ciertamente merece la pena, para cele-brar la entrega de Jesús por cada uno de nosotros.
La escena de éste Domingo, nos mueve a confiar en Dios, a ver más allá de nuestros esquemas humanos. Lázaro revive, no solo carnalmente, sino internamente. Es Marta la que muestra la duda, que todos tenían dentro, pero posteriormente reaviva su fe en Jesús el Salvador. Nosotros podemos pensar meramente en un Dios externo, sin profundizar en lo que El quiere: “revivir” nuestras vidas.
DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA.
La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén.
La huida a Egipto con Jesús y José
La pérdida de Jesús en el Templo a los doce años.
El encuentro con Jesús llevando la cruz a cuestas camino del calvario.
La crucifixión y la agonía de Jesús crucificado.
La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.
El entierro de Jesús y la soledad de María.