Podríamos decir que éste domingo, la temática es de agua. No quiere decir que Jesús “nos va a aguar la fiesta”, si no que Él vie-ne a dar vida a la humanidad, y con el encuentro de la Samaritana podemos entender cual es el resul-tado de quien se encuentra con Jesús.
“Dame de beber”, es lo que Jesús le pide a la sama-ritana, sabiendo que Él sería la fuente y solución para sus preocupaciones más hondas. Así es la forma con la que Jesús se aproxima a nosotros, dejando que le mostremos nuestra necesidad para calmarla y fortalecernos.
Nuestro avance cuaresmal, en el camino del desier-to, necesita descansar en el oasis de Jesús, beber del agua de su perdón, recibir el descanso de su misericordia y comprensión, que como a la samaritana nos ofrece a no-sotros: “si conocieras el don de Dios”… queremos aden-trarnos en esa bondad divina al saber que el camino no lo hacemos solos, Jesús va con nosotros, recordamos esa agua recibida en el bautismo y que salta hasta la vida eterna, por eso le pedimos al Señor su paz su fuerza y compañía.