Celebramos la festividad de Cristo Rey del Universo, un Dios que nos abre la posibilidad de entrar en un “Estado” de distinto calibre a los con-ceptos sociales y humanos en que nos movemos.
Los Cristianos debemos conocer, cual es realmente la identidad que se nos ofrece en el bau-tismo, y así vivir nuestra existencia desde esa “nealidad” que se nos regala por medio del sacra-mento. Somos ciudadanos del Reino de Dios, y convivientes con otros hermanos nuestros que per-tenecen a ese mismo lugar. Por ello la importancia de vivir unidos siempre los creyentes en Jesús, pero no olvidando que “nuestro Rey” nos ha dejado una “Constitución de Derechos”, por la cual nos regimos siempre: las bienaventuranzas, los mandamientos, la vida frater-na con los otros, los diversos dones del espíritu Santo, la Palabra Evangéli-ca…, todo ello nos lleva a un vivir en cristiano toda la jornada.
La oración diaria y la participación en los sacramentos, nos hacen ca-paces de ser mejores “ciudadanos del Reino de Dios”, responsables del anuncio de la Buena Noticia, siendo así felices junto al Rey y Señor de la Vida, Cristo Jesús ya en este nuestro tiempo.
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