¡Hosanna al Hijo de David! Comenzamos el tiempo más impor-tante para lo cristianos: la Semana Santa. La Entrada de Jesús en Jeru-salén, pondrá su inicio.
El Jueves veremos a dónde puede llegar el amor de Dios por noso-tros, que se queda para siempre en el Sacramento de la Eucaristía. Sólo desde la oración, podemos comprender la presencia real de Jesús en el altar, y de ahí se puede entender la verdadera caridad, no como una ayuda al otro, si no cómo un ver el rostro de Jesús en el que está necesitado.
La Cruz del Viernes Santo nos adentra en el do-lor real de Dios por salvarnos, en la soledad ante el gesto que transforma la historia de la humanidad: un inocente que muere por los culpables. Le velaremos en Su santo Sepulcro, esperando la noche Santa de todas las noches: el Sábado Santo, que con luz nos anuncia el destino de lo Eterno
No pierdas la oportunidad de vivir la Semana Santa de verdad, de vivir éste tiempo de oración, de comunidad, de silencio. Participa con el debido respeto en las procesiones, acompañan-do a Jesús y a su Santísima Madre.
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