Es bueno recordar y pensar en los mártires, que han dado la vida por Jesús desde el inicio de la Iglesia. Ahora no necesitamos irnos muy lejos para meditar el testimonio de muchos cristianos, que hoy siguen dando su vida por Cristo, en las Iglesias Perseguidas.
Por medio de la Organización de Ayuda a la Iglesia Necesitada, se sensibiliza y se da a conocer ésta realidad de nuestros hermanos, que no pueden vivir con libertad su fe. A lo largo de este año, el Cáliz profanado por Daesh en Qaraqost (Irak), ha ido recorriendo la geografía Española, en vigilias de oración y Eucaristías destinadas a pedir por nuestros Cristianos perseguidos, que han sabido beber el Cáliz del Señor con fidelidad, sin sucumbir a la persecución. 340 millones de Cristianos, en mas de 50 países del mundo, están en persecución por medio de cárceles, exclusión laboral, eliminación de derechos básicos… y ello nos debe llevar a pensar en que “tenemos el privilegio” de poder Anunciar con libertad a Jesús, vivo y Resucitado, pero ello nos debe poner en el lugar que el Maestro nos dijo: ser servidores del Reino, siendo Iglesia y testimonio en el mundo. No podemos guardar la fe para nosotros mismos, sino que debemos ponernos al servicio de los hermanos.
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