Comienza el año civil, bajo el manto de la Virgen María, en el dogma de su maternidad: Santa María Madre de Dios. Es en su vocación de esposa y madre, donde se encuentra la protec-ción de la Iglesia y del mundo entero, bajo una mujer que en sencillez responde a Dios
También es la Jornada por la Paz, y el Papa en su mensaje para hoy, nos invita a recomenzar, tras el impacto de la pandemia COVID-19, sabiendo que “Nadie puede salvarse solo”. El Papa nos dice en su mensaje: “Transcurridos tres años, ha llegado el momento de to-marnos un tiempo para cuestionarnos, aprender, crecer y dejarnos transformar —de forma personal y comuni-taria—; un tiempo privilegiado para prepararnos al “día del Señor”. Ya he dicho varias veces que de los momentos de crisis nunca se sale igual: de ellos sali-mos mejores o peores. Hoy estamos llamados a pre-guntarnos: ¿qué hemos aprendido de esta situación pandémica? ¿Qué nuevos caminos debemos empren-der para liberarnos de las cadenas de nuestros viejos hábitos, para estar mejor preparados, para atrever-nos con lo nuevo? ¿Qué señales de vida y esperanza podemos aprovechar para seguir adelante e intentar hacer de nuestro mundo un lugar mejor?”
Seamos como los Magos de Oriente, que sin miedo, emprenden el camino para encontrar al Señor. Dejemos los miedos, sabiéndonos parte de nuestra Comunidad Parroquial, participando activa-mente en las celebraciones y en el compromiso de fe.